sábado, 27 de febrero de 2010

Una tarde de junio en plena primavera en un pueblito muy lejano existia un niño; Toñito. Toñito tenia la mente muy poderosa una mente que viajaba más allá de todo. El siempre soñaba con inventar algo que cambiara al mundo, pero para eso necesitaba desarrollarse, incluso tenía sus barreras, que era pobre, que tenia un padrastro que siempre intentaba hacerle creer que no llegaría a ser nadie, y cada barrera era un impulso mas para demostrase y demostrarle a todos que él podía sobresalir, pero un día en el festival del pueblo conoció a una señora llamada Emma esta señora a la cual jamás en la vida él había visto, pero le llamo la atención que la señora tuviera una mirada de que transmitía miedo pero esa mirada no era más que la de un ángel que llegaba del cielo a tratar de cuidar de Toñito, tratar de hacerse su amiga para poder ayudarlo a conseguir sus metas porque ella estaba segura que el llegaría muy lejos pero necesitaba ayuda la cual no la tenía con nadie de su familia y aunque él con esfuerzo podría salir adelante solo, siempre es bueno ayudar a la gente que se lo merece...

(Omar Vigueras Hernández 1CV4)